La tampografía es una técnica de impresión que utiliza un tampón de silicona para poder aplicar tinta en un objeto concreto. Este tampón está preparado de una forma concreta para poder realizar este proceso. Primero, hay que destacar que se dispone de una placa metálica (o de plástico) revestida de una emulsión fotosensible (es decir, una capa sensible a la luz) y, ahí, se graba la imagen del logotipo que se vaya a estampar.
Este huecograbado que contiene el logo se llenará de tinta, la cual recogerá el tampón (previamente una cuchilla recogerá la sobrante) y es entonces cuando este hará contacto sobre el artículo para poder poner el logo.
Para ello, se usa una máquina que es la que tiene los tampones y, de forma manual, se coloca el producto en una superficie para que se pueda hacer la impresión. Si se necesita más de un color se harán estampaciones sucesivas con diferentes sellos, cada uno con una tinta diferente.
Impresión con tampografía: ventajas y desventajas
Beneficios
- Barata: Es una de las técnicas de marcaje más baratas. La impresión por tampografía permitirá poner el logotipo en merchandising personalizado con un bajo coste siempre y cuando se encargue una cantidad considerable. Tal y como ocurre con otros métodos, las fabricaciones pequeñas pueden tener un precio más elevado. Como contrapartida, esta se beneficia mucho con un número de unidades elevado, consiguiendo una optimización muy alta.
- Flexibilidad: El tampón, al ser de silicona, es flexible y se adapta a todo tipo de superficies, permitiendo hacer estampaciones en botellas plegables o en objetos cilíndricos o con curvas, como pueden ser los bolígrafos y las tazas. Por tanto, estamos ante un proceso que será válido para todo tipo de productos promocionales.
- Versátil: Por la morfología, esta técnica se adapta a logotipos distintos, con pequeñas letras y algún detalle adicional. Evidentemente, para diseños complicados lo recomendado es la sublimación o el transfer si es posible pero, aun así, la tampografía permite opciones muy interesantes.
- Rápida: Gracias al proceso que se realiza se pueden personalizar grandes cantidades de artículos publicitarios en menos tiempo respecto a otras técnicas. Tan solo es necesario preparar el objeto, situarlo en la superficie correspondiente y la máquina se encarga del resto.
- Número de colores: Finalmente, hay que destacar que es posible imprimir logos a uno o varios colores. Aunque no se puede conseguir un nivel de detalle equiparable al de otras alternativas la relación calidad-precio-acabado es más que satisfactoria.
Inconvenientes
- Necesario cuidar el objeto: A pesar de que es duradera hay que destacar que no es excesivamente resistente, por lo que habrá que tener cuidado a la hora de limpiar el merchandising. Si hablamos de tazas, botellas y recipientes que se utilicen en el día a día y que sean susceptibles de lavados frecuentes se podría dañar la personalización. Por tanto, si queremos que el logotipo esté en buenas condiciones durante mucho tiempo habrá que tener un poco de cautela.
- No recomendada para ciertos materiales: Aunque sea compatible hay ciertos casos en los que se recomiendan otras alternativas. Como ocurre con la serigrafía, en la madera o el metal suele ser mejor el grabado láser debido a que es de difícil deterioro y su precio también es económico. Sin embargo, todo dependerá del resultado que se quiera lograr y de que el objeto admita el tipo de personalización.
Diferencias entre tampografía y serigrafía
Anteriormente dedicamos un post a hablar sobre la serigrafía y los tipos de serigrafiado. Si le has echado un vistazo verás que existen muchas similitudes entre ambas técnicas. Por ejemplo, ambas son económicas, permiten el logo a uno o varios colores con ciertas limitaciones y son duraderas si se cuidan bien. Sin embargo, hay ciertas diferencias a destacar entre ambas y que pueden ser de utilidad a la hora de escoger un método u otro.
Por un lado la tampografía es más versátil a la hora de hacer la personalización. Es cierto que existe la serigrafía circular pero el propio tampón se adapta mucho mejor a todo tipo de superficies, incluso las irregulares.
Luego, está el hecho de la aplicación de los colores. La tampografía permite aplicar las tintas de forma sucesiva mientras que en la serigrafía se debe esperar un tiempo a que se seque antes de hacer la siguiente estampación.
La serigrafía permite la impresión de logotipos grandes mientras que la tampografía será solo pequeños y medianos debido al tamaño del tampón de silicona, por lo que las áreas de marcaje posibles influirán mucho en la elección de una u otra.
En definitiva, no son técnicas que se excluyan entre sí ni existe una que prevalezca sobre la otra. Ambas tienen sus particularidades y deben aprovecharse para cada objeto en concreto, de manera que se consiga el mejor resultado posible.
Este ha sido nuestro post dedicado a la impresión por tampografía. Esperamos que te haya podido ser de ayuda si estás pensando en cuál es la opción que necesitas para tus regalos de empresa para clientes. ¿Has echado en falta algún dato en concreto? ¿Cuál es la ventaja que te hace optar por este proceso? Déjanos tus comentarios en la parte inferior del artículo: estaremos encantados de hablar contigo y de resolver las posibles dudas que puedas tener.
quiero un regalo
Súper interesante!
No sabía nada sobre la tampografía!
Siempre hay algo nuevo que aprender! Muchas graciass
GiftCampaign s.l.
¡Muchas gracias por tu comentario!